TRAVESÍAS DE UN CINEASTA HUANCA

TRAVESÍAS DE UN CINEASTA HUANCA

Facebook: Jaime Nilo Inga Huamán

El cine, un arte inundado de imaginación sin límites que te transporta a un mundo de fantasía  o a lo más arraigado de nuestra realidad, así nos lo muestra Nilo Inga, un cineasta huancaíno que busca entretener mediante una mezcla de tradición y folclore del pueblo para el pueblo y el mundo.
Él, un niño de padres campesinos nacido el 4 de marzo en el ecológico distrito de Huáchac, entusiasmado por conocer más sobre la cultura y tradición de su pueblo, pasó toda su niñez entretenido con las historias y leyendas contadas por los paisanos de aquel lugar, dejándole así un legado lleno de relatos fantásticos por plasmar.
Quién se imaginaría que un infante que al ver por primera vez un documental de su pueblo y quedar impactado por las imágenes mostradas nos traería logros al cine local; solo Nilo Inga lo pudo lograr gracias a la pasión y deseo de seguir sus más grandes sueños.
Desde sus inicios en la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático en 1995 hasta la fundación de su productora “INTI FILMS”, son seis las películas que mostraron sus ganas de seguir incursionando en el mundo del cine: “Mi pequeño elenco” (1995), “Terror en Huáchac” (1998), “Sangre y tradición” (1999), “La muerte de mi amada” (2000), “Huaca” (2000) y “Jardín de horror” (2001). Sin embargo, el camino que tuvo que recorrer fue angosto y lleno de peripecias, como aquella vez que intentó grabar la película “Jardín del Horror” la cual finalmente tuvo que ser cancelada por la falta de presupuesto. En ese momento se dio cuenta que el factor económico es uno de los principales pilares para cumplir sus sueños, pero se las ingenió, y con la ayuda de su hermana, su tía, su mamá y el Director del colegio “Max Planck” lograron terminar con su proyecto audiovisual. Después de esta hazaña y la primera caída en su carrera se dispuso a trabajar como profesor de danza en el mismo colegio.
Nuevos proyectos se iniciaron gracias a la ayuda del Director quien lo motivó y brindó el apoyo esencial para consolidar una grabación digna de mirar: "Un grito desesperado" (2004), una película adaptada por el mismo Nilo Inga del famoso libro escrito por Carlos Cuauhtémoc Sánchez, tuvo una duración de 56 minutos y contó con la participación de actores empíricos (los mismos alumnos del colegio). Lo que buscaba con este proyecto era la reflexión de los padres y los mismos estudiantes, puesto que tenía un corte más educativo a diferencia de sus anteriores producciones.
Lo anecdótico de este hecho era que Nilo no sabía usar una cámara, por lo que la primera vez que tuvo una en mano no le fue fácil. Lo que buscaba él en la cámara era que tenga el efecto fade y así dar con un nuevo comienzo tomando en cuenta todo lo que había aprendido con los hermanos Landeo, de hecho él trabajo como actor para ellos en la película “Flor de Retama” personificando a un terrorista; él aprovechó ese momento para aprender los movimientos de cámara, las funciones de un director, cómo es el mundo del cine y todo lo referido a ello; había sido tanta su motivación por participar dentro de la producción que ya se habían cansado de él y le pedían que se retirara pero esa es otra historia.
El gusto por mostrar al poblador y al pueblo en sus distintas facetas a través de sus costumbres, la comida, los festejos y la tradición lo sigue motivando a crear películas basadas en historias fantásticas embellecidas con el misticismo del pueblo andino; un claro ejemplo es su film “El Tunche: Misterios de la Selva” (2006), una producción que con la ayuda de efectos especiales lo llevó a participar en festivales internacionales desarrolladas en: Alemania, Francia, España, Italia y Colombia. El trabajo arduo por el que tuvo que pasar empezó a cobrar frutos al ser reconocido por el Concejo Nacional de Cinematografía Peruana (CONACINE) como cineasta pionero en nuestra región, como Personaje Ilustre de Chupaca y como Difusor Ilustre de la Cultura Peruana de la región Junín.
Nilo Inga Huamán es un cineasta que viene con un plus incorporado en su trabajo: el hecho de mostrar en sus películas vivencias cotidianas, costumbres y tradiciones mezcladas con el arte místico, algo que diferencia sus producciones de las realizadas en Lima o en el exterior; da un valor agregado que busca seguir con nuestras raíces, aspecto que un pueblo como Huancayo nunca debe olvidar y dejar de lado.

Nilo es un personaje huancaíno que deja huellas para los interesados en seguir esta corriente, este arte que para muchos se nos hace difícil de ejecutar; hay que llevar la pasión por el arte y el amor hacia nuestro pueblo natal en la sangre para lograr todo lo que logró y logrará Nilo Inga Huamán en su camino como cineasta.


 Por: Deisi Bautista

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