LOS BOLA ROJA DE LA TELEVISIÓN

LOS BOLA ROJA DE LA TELEVISIÓN

Blog El Comercio

Tras veinte años de hacer  la promesa de bañarse, Machín lo hace porque Perú vuelve al mundial. Una noticia que ha sido tendencia en las redes sociales y nos hace recordar escenas, que  quizá, como yo, los de mi generación ya no hayan visto; pero sí conocido por sus mil repeticiones en la televisión peruana, una serie que llenó de color la vida de muchos que por los años noventa  solo la veían rojo y negro,  una serie algo chabacana de nombre, Pataclaun.

La novedad de los clowns llega al Perú a inicios de los noventa, un oficio se diferencia del común  actor; pues permite autodescubrirse en el proceso mediante las reacciones del público, para encontrar la mejor versión de sí mismo; aunque en el español signifique despectivamente payaso,  el clown es una técnica contemporánea con filosofía propia que ayuda a la autoexposición sin prejuicios, así como la creación de un código de comunicación que fortalece la capacidad de escuchar.  Una técnica filosófica  que  se hizo parte de la historia de la televisión peruana.

Pataclaun fue una serie de clown transmitida por Frecuencia Latina  desde el 30 de noviembre de 1997 hasta el 19 de diciembre de 1999, fecha en la que le dijo adiós a la pantalla chica. July Naters, directora de la serie, no terminó nada contenta con los actores de la nariz roja, en algunas entrevistas refiere que tras un ambiente agradable de creatividad y productividad se llegó a un ambiente frío, desleal y de desconfianza “No puedo concebir que duden de mí después de tantos años trabajando”, declaró.

El memorable nombre de este espectáculo fue una creación de Tato Ventocilla, actor peruano, luego que Naters dejara a modo de tarea buscar un nombre para su salón de clases. Con un sonido ocurrente y algo pegajoso, Pataclaun se convirtió en la serie que desafió las reglas de la estética y añadió el toque de peruanismo, rompiendo los códigos establecidos hasta entonces en la televisión peruana.

Sin “arrugar” se unieron al elenco Gonzalo Torres, Johanna San Miguel, Wendy Ramos, Carlos Alcántara, Carlos Carlín y Monserrat Brugué quienes crearon y dieron vida a los entrañables personajes de Pataclaun, regalándonos dos temporadas de la primera producción de improvisación en vivo. Gonzalete, Queca, Wendy, Machín, Tony y Monchi fueron creación de equipo con añadidura de cada actor, así indudablemente la esencia que ha caracterizado a cada personaje es parte de la personalidad propia de cada comediante. Los clowns quisieron tener también una mascota, por ello hicieron parte de su reparto a “Pipo gallo”, quien adaptó varios cuentos infantiles e hizo la voz del loro Lorenzo en “Piratas en el Callao”.

Sin haber sido una mina de oro esta producción se convirtió en el trampolín perfecto para la fama y una escuela para el desarrollo profesional (como Carlos Alcántara, Machín, quien hace de actor, productor y director en sus películas), el lugar perfecto para encontrar el amor, y bueno para poder adquirir algunos inmuebles en algunas zonas reconocidas de Lima; es decir Pataclaun fue fuente de vida e ingresos para sus actores, colaboradores y productores, una fuente que al agotar su energía dejo muchos misterios y vacíos en el público peruano. 

El peruano se entretiene e identifica con esta serie por su vocabulario  de barrio y a veces hasta “callejonero”, el diálogo y los  guiones casi siempre incluían jergas que los mismos actores proponían y la producción regulaba para que los capítulos no saliesen muy subidos de tono, aun así, el programa fue censurado algunas veces, por ello optaron  por aclarar que Pataclaun era un programa de diversión y entretenimiento para adultos, esto fue necesario porque entre sus diálogos habían  algunos temas sexuales que soltaban a la “champa”. Su éxito se extiende hasta hoy, Pataclaun fue uno de los programas con mayor rating en su momento y ahora hace presencia para la creación de memes o gifts divertidos en las redes sociales.

Aunque los lazos entre productores y actores se habían deteriorado, al final de la serie sucedió el clásico cliché de “todo lo cura el tiempo” y los personajes que vestían extravagantes vestimentas, vivían en una caja multicolor y se ponían las narices rojas de payaso, simplemente viven felices, trascendiendo con  un recuerdo en  común y quedando a la espera de la realización de un mismo sueño, la película de Pataclaun

Por: Fabiola Merge

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